
Faro de Cabo de Palos
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1865
EDIFICIO|SILLERíA
MURCIA | MURCIA | CARTAGENA
El faro del Cabo de Palos, de primer oden, se encuentra en un promontorio rocoso, a 81 m sobre el nivel del mar. Concretamente, se ubica en el extremo oriental de una Cordillera Bética que, en las cercanías, se prolonga bajo el mar formando las islas Hormigas y varios arrecifes a escasa profundidad que constituyen un peligro para la navegación. Prueba de ello es el naufragio del trasatlático italiano "Sirius", acaecido el 4 de agosto de 1906. Sucedió de día y con el mar en calma, y en él fallecieron 550 pasajeros de los cerca de 1000 que llevaba a bordo. Se le considera el mayor desastre de la marina mercante española hasta la fecha. En las cercanas islas Hormigas se encuentra otro faro, subsidiario del de Cabo de Palos y controlado desde éste. Está deshabitado, pues al poco de construirse una tormenta lo derribó, falleciendo el torrero y su familia.
El faro se construyó sobre una antigua torre vigía construida en tiempos de Felipe II. Fue derruida en 1861 para iniciar las obras, a pesar de encontrarse en buen estado, y sus sillares fueron aprovechados para construir el nuevo edificio. Su tamaño responde a la idea inicial de convertirlo en la sede de la Escuela de Torreros, por eso dispone de una estructura cuadrangular en las plantas habitables. El faro se compone, precisamente, de un edificio cuadrado de dos plantas y de 20 m de lado, del que sale una torre circular de mapostería en la que se ubica el rsistema reflector, situándose el plano focal a 51 m sobre la base. Los trabajos de construcción fueron dirigidos por el ingeniero Evaristo de Churruca.
Inaugurado en 1865, estuvo iluminado con lámparas de aceite hasta 1960, año en el que llegó la electricidad a la zona. Emite una luz blanca en gripos de 2 destellos cada 10 segundos, y tiene un alcance nominal nocturno de 23 millas náuticas, unos 40 km.
Como señala Plaza Santiago (1978), el faro destaca por la intención de monumentalidad con la que se concicbió: "tanto por el hecho de ser uno de los más estratégicamente emplazados, como por el propósito que se tuvo de hacer de él una escuela de torreros, a cuyo fin se previó habilitar aulas y habitaciones para los aspirantes a esta profesión. Hubo, asimismo, un propósito decididamente estético, más allá de las simples preocupaciones por la «utilitas» vitruviana que tópicamente se atribuyen al ingeniero cuando planea sus obras".
Cámara Muñoz, A. (1991). Las Torres del litoral en el reinado de Felipe II, una arquitectura para la defensa del territorio. Espacio, tiempo y forma, nº 4, p. 53-94. http://e-spacio.uned.es/fez/eserv.php?pid=bibliuned:ETFSerie7-463F8DF5-7A02-AE9A-C6F9-D353F93E17A1&dsID=Documento.pdf
Churruca Brunet, E. (1865). El Faro de Cabo de Palos. Revista de Obras Públicas, Vol. 13, tomo I, nº 20, p. 245-252.
Plaza Santiago, F. J. de la (1978). El Faro de Cabo de Palos: notas para el estudio de un edificio singular. El arte del siglo XIX: II Congreso Nacional de Historia del Arte. Valladolid, 11-14 de diciembre, Vol. 1 (Tomo I), p. 103-114. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2538265.pdf
Puertos del Estado. Ayudas a la Navegación Marítima.
Significativa |
Alto interés |
Medio referente en la memoria colectiva |
Singular |
Alterada respecto a los distintos periodos |
Impulsor de la atmósfera del lugar |